domingo, 18 de septiembre de 2011

enovado Unicachi ganó 2 a 1 al Atlético Minero

A excepción del José Gálvez-Sport Áncash, pocos partidos en la Segunda se exhiben de forma reñida y friccionada, donde la pugna por cada jugada dividida se luchó hasta el final y de manera descomunal. Lo que se vio hoy en el estadio Municipal de Matucana fue una batalla de patadas y tarjetas repartidas por doquier, en el que Alianza Unicachi reapareció con un triunfazo de visita para alegría de sus seguidores puneños.
Para el individual: Los dejó ardidos

A pesar de su escasa humanidad, Robert Ardiles fue el eje que construyó las mejores jugadas del elenco de Puno y, aunque no marcó un gol que hubiera cerrado con broche su destacada actuación, fue la “aduana” que daba la movilidad y pausa precisas para manejar el partido a su antojo. Por sus pies se generaron un sinfín de contragolpes, aunque se notó algo falto de físico. En el otro extremo, de los cuatro que se fueron a las duchas, el de más bajo rendimiento resultó el defensor Gandi Espinoza, quien no se llegó a asentar del todo con sus compañeros y abusaba de la pierna fuerte para frenar a sus rivales. La roja que lo sacó del campo fue el desenlace a su desafortunada performance.
Para el táctico: Timidez local

Los once obreros que Minero mandó al campo fueron ordenado en un 4-línea-2 en el que se apeló a la movilidad de Junior Leonardo y Carlos Javier Flores por las bandas para poder generar peligro y ocasiones para los delanteros que fueron Luis Vílchez y Alberto Arias. Por su parte, Alianza Unicachi se paró con un 4-2-3-1 en el que el dinamismo y entendimiento de Robert Ardiles y Yerssinio Saldaña fue vital para que el cuadro visitante pueda tomar el control de la cancha. Arriba, Diego Jiménez estuvo preciso en su labor de ’9′ y supo aprovechar los balones en ataque de sus compañeros.

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